jueves, 15 de julio de 2010

El mismo día

Dormir me alivia, me aleja un poco de todo.
Soñar me agobia , me entristece pensar en una realidad a la que nunca más regresaré.
Despertar me enfurece, me hace odiar el día que viene y los pasos por dar.
Salir a la calle me deprime siempre excepto en verano, no aguanto el frío ridículo del viento congelando mi rostro.
Viajar me atemoriza, saber que llegarás a un lugar fijo me asusta, es como darte cuenta de que algún día morirás, que no hay más salidas, que todo es finito, incluso la vida.
Llegar a un sitio me angustia, sólo saber que no sabes lo que ocurrirá me aturde y me hace no pensar, solo actuar.
Trabajar me entretiene y me mantiene vivo, viviendo esa vida que nadie quizo tener pero que la mayoría acepta.
Caminar me alegra, me hace no pensar.
Llegar a casa me produce una felicidad infinita comparada sólo con despertar un sábado.
Descansar es la vida, empieza como nacer siendo feliz y termina en una vejez llena de aburrimiento.
Dejar el día me cuesta, me atormenta saber que murió un día más y nacerá otro casi idéntico al anterior, sin embargo dormir me da vida.
Dormir me alivia, me aleja un poco de todo.

No hay comentarios: